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Quim Torra, presidente del gobierno autónomo de Cataluña
AFP

La región española de Cataluña vive este jueves una tensión creciente tras los graves disturbios de los tres últimos días en sus principales ciudades y las fricciones políticas sobre la violencia callejera y la amenaza del gobierno autónomo catalán de convocar un nuevo referéndum de "autodeterminación".

Ante el Parlamento catalán, el presidente independentista Quim Torra se defendió de las criticas por sus posturas frente a las violentas manifestaciones, reiterando su llamado a la serenidad y el civismo, e insistiendo en que los independentistas no aceptan la violencia.  

Pero allí también dijo que volverán a las urnas para ejercer el derecho a la autodeterminación de Cataluña y validar la independencia.

Lea aquí: Presidente de Cataluña pidió serenidad y civismo en medio de protestas

Su promesa es que para la primavera del 2020 se consolidaran unas propuestas que sirvan de guía para la elaboración de la constitución republicana.

Liberales, conservadores y socialistas, entre otros opositores catalanes, pidieron a Torra que dimita pero que antes convoque elecciones regionales anticipadas, en el transcurso de este pleno especial del Parlamento autónomo.

Torra también se defendió y dijo que hay que "investigar hasta el fondo" para saber quién está detrás de los incidentes en varias ciudades de la región; pidió hacer "autocrítica" por la actuación de la policía regional catalana y reclamó que nadie criminalice la "desobediencia civil".

El consejero catalán de Interior, Miquel Buch, atribuyó la violencia a grupos "antisistema" al margen del independentismo.

Entre tanto, la vicepresidenta del Ejecutivo español, la socialista Carmen Calvo, advirtió que "hay un límite a partir del cual está el Código Penal", pues votar es la "piedra angular" de la democracia, pero siempre dentro de la legalidad.

También el partido independentista de izquierda ERC, que gobierna en coalición con Torra, le avisó que "no es el momento" de poner fechas a la autodeterminación, y abogó por "forzar" al Ejecutivo español a sentarse a una mesa "de diálogo y negociación" sobre el futuro político de Cataluña. 

El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska prometió que no habrá "impunidad" contra los violentos e insistió en que los autores de los disturbios de los últimos tres días son personas vinculadas a movimientos que pretenden alterar el orden público bajo el pretexto de buscar fines políticos.

La capital de Cataluña es donde los disturbios suceden con más virulencia; el miércoles en la noche, varias personas levantaron decenas de barricadas con hogueras y atacaron a las fuerzas de seguridad al término de las manifestaciones, con el resultado de grandes destrozos urbanos y decenas de detenidos y heridos cada jornada.

Este jueves, miles de alumnos universitarios y de educación secundaria se manifiestan en la capital catalana a favor de la "república", convocados por organizaciones estudiantiles independentistas y de izquierda.

También piden la dimisión de todo el gobierno regional por la "brutalidad generalizada" con que, a su juicio, se reprimen las manifestaciones.

Entre tanto, continúan las denominadas "marchas por la libertad", que se dirigen a una gran concentración en Barcelona este viernes, cuando está convocada una huelga general en toda Cataluña.

Fuente

EFE

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